¿Es una locura pensar en una tableta o un teléfono que pueda ser enrollado como un papel y guardado en un bolsillo? ¿Suena imposible? Tal vez no…
Si hace unos años alguien nos hubiera hablado de tabletas y dispositivos móviles, ¿hubiésemos pensado que iban a ser el centro de atención en el corto plazo?
El 2011 ha sido definitivamente el año de las tabletas gracias a que los principales fabricantes de tecnología se han volcado a este tipo de dispositivos.
Desde el primer iPad de Apple, hemos podido disfrutar de versiones cada vez más delgadas, más potentes y con resoluciones increíbles.
Pero ¿hacia dónde nos dirigimos? ¿Cuál es el límite?
La realidad es que la tecnología avanza a pasos cada vez mayores y es muy difícil imaginar con qué dispositivos y tecnologías contaremos en los próximos años. Hoy podemos hablar de un nuevo material que suena muy prometedor y que, de seguro, estará involucrado en el corto plazo en la tecnología hogareña: Se trata del grafeno.
¿Grafeno?
Es un nuevo material, de estructura muy fina pero a la vez muy resistente (200 veces más que el acero), posee una gran conductividad térmica y eléctrica así como también una elasticidad increíble y presenta un potencial enorme que ya está siendo aplicado a la industria tecnológica.
Su inclusión en componentes electrónicos indica que permitirá que las computadoras sean más rápidas y eficientes, así como también que las pantallas táctiles sean más finas e incluso flexibles.
Este material abre un mundo de posibilidades y lo más curioso es que puede obtenerse de la punta de un lápiz.
Pantallas ultra finas y plegables, revistas y diarios interactivos, ropa inteligente, láminas invisibles… ¿será todo esto posible? Científicos de todo el mundo ya están trabajando en prototipos y nuevos dispositivos y prometen novedades en muy poco tiempo.
El futuro de las aplicaciones en grafeno