Valeria Román, una apasionada que hizo del periodismo científico su forma de vida

Valeria Román es periodista especializada en ciencia, ambiente y salud. Es cofundadora de la Red Argentina de Periodismo Cientifico, y es docente y conferencista en encuentros sobre periodismo, ciencias, salud y ambiente a nivel mundial. Conocé cómo fueron los comienzos y la trayectoria de esta periodista que se ha convertido en una gran referente dentro del campo del periodismo científico.

“A los 8 años jugaba a ser periodista. Tenía mi programa de radio y entrevistaba a mi familia. También solía leer el diario todos los domingos” nos cuenta Valeria Román, que ya desde muy pequeña elegía su profesión desde la pasión. Es graduada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, con orientación en periodismo. Al terminar la universidad, sintió que le había quedado pendiente entender bien de qué se trataba el periodismo científico “Hice un curso de posgrado y me fui orientando hacia esa rama del periodismo científico que hoy es mi forma de vida”. Más adelante, se especializó en el exterior: en 2000 y en 2004-05 fue becada por el prestigioso y renombrado Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos para el programa de periodismo científico. Además, en 2003 también estudió periodismo médico nada menos que en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Suiza. Claramente su formación y especialización la han convertido en una referente en su tema.

Valeria Román está a cargo de comunicación y redes sociales de la Federación Mundial de Periodistas Científicos. Ha sido reconocida como una de las 100 mejores periodistas de la Argentina por la Fundación Konex en dos oportunidades (2007 y 2017). Ha sido docente y conferencista en encuentros sobre periodismo, ciencias, salud y ambiente en Qatar, Corea del Sur, Inglaterra, Estados Unidos, Finlandia, Hungría, Canadá, México, Brasil, Nicaragua, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Trinidad y Tobago, España e Italia. Es cofundadora de la Red Argentina de Periodismo Científico.

A pesar de su amplia capacidad y conocimientos, tuvo que enfrentar muchos desafíos. “El periodismo es un campo sexista. Las mujeres nos tenemos que capacitar mucho más que los varones e insistir en las propuestas de nuestras historias periodísticas ante los jefes de los medios de comunicación. También ser de Chacabuco, un pueblo con una tonada diferente al de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, te hace objeto de burlas. Por si fuera poco, el periodismo científico implica hablar con científicas y científicos. Al comienzo de mi carrera, desconfiaban de mi profesionalismo y tenían grandes temores de ser tergiversados en sus conceptos”, dice Valeria, y agrega: “Fueron muchos obstáculos. Los superé con paciencia, con disciplina, con dar lo mejor de mí cada día. Muchas situaciones han sido tristes y angustiantes, pero seguí aprendiendo, compartiendo mis conocimientos por el mundo entero a través de conferencias y cursos, y dejé de lado a la gente tóxica que no me hace crecer”.

Valeria fue elegida para la serie de notas de ApasionadasID de ID4YOU por ser una pionera dentro del campo del periodismo científico, rama que la apasiona y que se convirtió en su forma de vida. Ella brinda tres consejos a las mujeres que quieran emprender proyectos: 

1- Tener un diálogo sincero con uno mismo y pensar qué es lo que realmente uno quiere hacer. Qué es lo que realmente te apasiona. En mi caso, el periodismo científico me ayuda a volver a levantarme a pesar de las pérdidas de seres queridos y otros momentos tristes de la vida. 

2- Pensar que siempre se gana más compartiendo que siendo egoísta. Quizá no haya resultados inmediatos. Pero a lo largo de la vida, la verdadera felicidad está en ayudar a los demás, compartir conocimientos, recursos y experiencias, alentar a otros a concretar sus sueños, y en hacer que el mundo sea un poco más justo y con equidad. 

3- Tener paciencia cuando las situaciones no se dan como uno espera. A veces los “no” a un proyecto son la entrada a iniciativas impensadas y maravillosas.