Nuestro mundo está cambiando y enfrentamos nuevos desafíos. Hoy más que nunca, en medio de la incertidumbre, necesitamos confiar en nuestras capacidades, adaptarnos a los cambios y seguir adelante con energía. Por eso, en #apasionadas de mayo presentamos los testimonios de cuatro mujeres que, fieles a sus deseos, impulsaron sus propios proyectos y los hicieron realidad.
Valeria Viva, ingeniera y tecnóloga, hoy lidera sus propios emprendimientos luego de años de trabajo en importantes empresas. Carolina Rosso, diseñadora gráfica devenida artista visual, creó su propio taller de alfarería. Anita Hechtlinger, diseñadora de indumentaria, trabajó con grandes marcas y ahora genera sus propios proyectos, y Pato Lafratti, periodista y locutora involucrada en temas de sustentabilidad, acompaña a mujeres para que cumplan sus objetivos.
ANITA HECHTLINGER
¿Cómo fueron tus comienzos en tu profesión?
Al año de estar cursando la carrera de Diseño de Indumentaria en la universidad, ingresé a la industria textil. Estudiar y trabajar de lo mío se dio en forma simultánea, y obviamente con muchísimas oportunidades de aprender y crecer.
Con apenas 19 años debuté como asistente en el Área de Producto en una importante empresa de licencia internacional: Yves Saint Laurent; y a ella le siguieron dos experiencias laborales más en relación de dependencia: Guilford, una gran fábrica que lideró el mercado por más de 50 años, y luego, una compañía de tecnología española, proveedora de soft y hardware para toda la industria textil, con el fin de optimizar los procesos de diseño y producción.
Todas experiencias laborales que fueron una gran escuela para mí. Me formaron y me enriquecieron tanto en el plano profesional como humano. Con el título en la mano y ya habiendo recorrido algunos km, me independicé y emprendí mi propio camino.
¿Cuáles fueron tus desafíos a nivel laboral?
Como emprendedora que soy, cada paso que doy es un desafío!! Padezco el síndrome del desafío crónico jaja. Pero si tuviera que elegir… me quedo con dos momentos cruciales, en distintas etapas de mi vida, pero que a su vez coinciden en que ambos me corrieron de “ese lugar seguro” en el que me encontraba… razón por la cuál, y muy fiel a mi espíritu emprendedor, me impulsaron a ir por algo más!
El primero, cuando dejé la relación de dependencia y creé mi propia marca de Diseño y Objetos “bienes gananciales”.
Y el segundo, después de once años, instalada con mi marca y pudiendo continuar, le dí paso a un nuevo emprendimiento: “Pequeñas & Pequeños Diseñadores”, un Taller Educativo de Diseño y costura dirigido a niñxs.
3 consejos para mujeres que quieran emprender en diseño de indumentaria.
1) Estudiar. Es fundamental
2) Observarlo todo, mirar. Estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor. Ser muy curiosos… ya que el Diseño es un fiel reflejo de lo que ocurre en nuestra sociedad.
3) Responsabilidad. En cuanto a la selección de los insumos y materias primas, como así también en la calidad y los métodos de producción. SI! Al Diseño Responsable, consciente y comprometido en proteger y cuidar el medio ambiente.
CAROLINA ROSSO
Emprendimientos: ESTUDIOPLANEADOR, INFINITO.ROSSO, PICMI.
¿A qué te dedicás?
Soy diseñadora gráfica devenida en artista visual.
¿Cómo te definirías en una frase?
Una mente inquieta.
¿Cómo fueron tus comienzos en tu profesión?
Sacando fotocopias en un centro gráfico que atendía estudiantes de diseño, luego trabajé en diferentes estudios de diseño y publicidad, hasta que formé una sociedad con una amiga y montamos nuestro estudio propio.
Durante los últimos 20 años me encontré sentada trabajando frente a una computadora, diseñando piezas bidimensionales, sin embargo siempre me interesó la tridimensión y los objetos.
El deseo de conectarme con lo manual y lo analógico y la inquietud de aprender a manipular materiales como la madera, el vidrio, los metales, etc. me llevó a realizar distintos talleres a lo largo de los años: carpintería, resina, costura de objetos, vitraux, joyería, enmarcado y cerámica.
¿Cómo fueron tus desafíos a nivel laboral?
En el ambito del diseño, montar un estudio y que funcionará, fue el primer desafío importante. Mantenerme actualizada, interpretar lo que quieren o imaginan los clientes, generar ingresos con la profesión siendo independiente.
A nivel artístico, mi mayor desafío es animarme y creer en lo que hago.
Contanos brevemente sobre tus proyectos:
Con la idea de llevar el diseño bidimensional a lo objetual, me encontré investigando formas de impresión directa sobre todo tipo de materiales.
Comencé con mi primer emprendimiento hace 11 años: PICMI: con la idea de intervenir con gráfica muebles y objetos funcionales, arranqué con bandejas e individuales. Producir muebles sin espacio y logística fue complicado y terminé diseñando juegos de mesa: Memotest y Cartas.
Con la continuidad de la cerámica en mi vida nació: infinito.rosso (Mi alterego) De a poco y luego de 4 años, la alfarería fue tomando cada vez más protagonismo, de ser alumna en un taller pasé a sub-alquilar otro taller y este año me encontraré dando clases y teniendo mi propio taller de producción. Finalmente encontré en la cerámica una forma de intervenir objetos, creándolos desde cero, con mis manos y teniendo un control total de todo el proceso.
¿Qué consejos le darías a aquellas mujeres que quieran desarrollar su emprendimiento?
Que sean fieles a lo que sienten que quieren hacer, que se capaciten, que se animen.
VALERIA VIVA
Emprendimientos: Ser 2.0, Mujer y tecnología, Xstem y Sesenta.
¿Cómo te definirías en una frase?
Soy ingeniera, tecnóloga, emprendedora y docente. Soy una persona apasionada por hacer, eterna aprendiz y con la convicción de trabajar por un mundo más igualitario.
¿Cómo fueron tus comienzos en tu profesión?
Trabajé 15 años en el mundo corporativo y hace 10 años me lancé por mi cuenta. Mis comienzos fueron como soporte técnico y haciendo manuales de usuario, luego como programadora, analista, DBA, project manager y como emprendedora haciendo de todo. Creo que lo maravilloso de sistemas es que hay muchas áreas para no aburrirse nunca.
¿Con qué desafíos te encontraste?
Cada nueva posición, proyecto, equipo, tecnología, me planteó un nuevo desafío. La primera vez que me tocó liderar equipos, tenía 25 años, era la única mujer y fue un enorme desafío para mi. Liderar la implementación de un sistema con Estados Unidos e India, coordinando el trabajo de los equipos de 10 países, fue otro desafío que me significó dos años de dormir muy poco. Emprender luego de varios años trabajando en empresas fue otro.
Me gustan los desafíos. Cada vez que siento que estoy por entrar en la zona de confort, aparece algo desafiante y me saca de ahí.
¿Qué 3 consejos le darías a mujeres que deseen emprender?
Animarse: El mejor momento es ahora.
Confiar: en la experiencia, en los conocimientos y sobre todo en la intuición.
Ampliar la red de contactos: ir a eventos, tomar cursos, hablar con colegas y todas las actividades que permitan expandir nuestra red. Estamos en la era de la colaboración y con otras y otros es más fácil.
PATO LAFRATTI
¿A qué te dedicás? ¿Cómo te definirías en una sola frase?
Soy emprendedora, periodista y locutora. Soy un ser apasionado.
¿Cómo fueron los comienzos en tu profesión?
Mis comienzos fueron muy gratificantes, poniendo en práctica todo lo que senti por vocación, como locutora y periodista. Arranqué en las primeras ligas, trabajando en Radio El Mundo, y después me dediqué a hacer prensa en grandes empresas. Luego de 10 años de haber practicado el periodismo político y económico, y de haber conducido eventos, programas de radio y haber acompañado a grandes periodistas de gráfica, me hizo el click de la sustentabilidad y me apasioné con la temática y la vivo con convicción plena.
¿Con qué desafíos te encontraste?
Mis desafíos a nivel profesional fueron cada vez más aspiracionales; la verdad es que cuando uno se da cuenta de que puede poner en práctica lo que promueve y difunde tiene ganas de más. La sustentabilidad es un camino sin retorno porque no solamente podés ponerla en práctica desde lo profesional sino que se condice con una forma de vida personal también. Entonces siempre quise dar un poquito más, de la generación de contenidos a la activación, a la difusión, comunicación. Ponerme en contacto no solamente con organismos privados sino también públicos; ver de llegar a modificar normativas; bajar toda la información a espacios de vulnerabilidad; transformarme en red para conectar esos espacios que son vulnerables a determinadas situaciones y conectarlos con otros espacios que pueden abrir oportunidades de inclusión laboral, de inclusión en temas de discapacidad, de empoderamiento femenino. Los desafíos siempre fueron más grandes, y la gratificación fue que este ámbito y mi propia convicción hicieron que pudiese lograrlo.
Contanos brevemente acerca de tus actuales proyectos
En cuanto a temáticas, los proyectos están relacionados a la inclusión laboral, al fortalecimiento femenino en temas de finanzas, a la capacitación en temas de tecnología para la mujer, al acompañamiento profesional, con el objetivo de acortar la brecha educativa y de profesionalización de mujeres que viven en situaciones de vulnerabilidad, y poder conectarlas con espacios de fortalecimiento y oportunidad relacionado al crecimiento económico. También acompañar a mujeres que quieran ingresar a grandes empresas u organismos públicos.
El objetivo es acompañar a las mujeres para que puedan realizar sus propios proyectos u objetivos.
¿Qué te consejos le darías a las mujeres que quieren desarrollar su emprendimiento / vocación?
Fortalezcan su parte emocional. Cuando eso está fortalecido, ya se empiezan a romper paradigmas del “no puedo”, y empiezan a sentir, por convicción, por pasión, que todo lo que se propongan lo van a poder lograr.
Trabajen en red. Perciban esta sensación de la sororidad y que se reúnan con otras mujeres y que puedan potenciarse entre ellas. Que puedan apoyarse y de alguna manera fortalecerse en una red femenina que cada vez es más grande y cada vez nos empodera más.
Aprendan de sus fracasos, que aprendan de sus errores; que piensen que todo eso que salió mal pueda, en una tercera o cuarta instancia, abrirse a la oportunidad que están esperando.