¿Y yo para qué quiero estar "en internet"?

Todos necesitamos servicios y productos de otros, así es la humanidad. Nadie sabe hacer de todo (aunque algunos casi casi que si) aunque todos sepamos hacer un poquito de otras cosas.

Año 2012 y hay muchos cambios a los que distintas generaciones se van adaptando: ¿Cuándo tu mamá pensó en buscar en la computadora un plomero, un contador o una veterinaria cercana? ¿Cuándo tu papá pensó que necesitaba estar “en internet” para tener más clientes? Ahora no lo piensan, lo hacen como algo natural.

Hoy esa amiga que hacía maravillosas cosas a crochet, la que hace tortas riquísimas y aquella que se recibió de esteticista tienen página web, fanpage en facebook y/o arroba en twitter.

¿Qué diferencia hay con aquellos que se dedican a lo mismo y también tienen clientes? La cantidad de clientes, la visibilidad y la diversidad, para empezar.

Cierto es que la publicidad boca a boca o por recomendación es la más efectiva porque siempre confiamos más en la experiencia de alguien conocido que en un aviso publicado.

Con las redes sociales se da un fenómeno muy similar: Muchas veces seguimos una marca o empresa porque la vimos en el perfil de facebook de un amigo, en un RT de alguien que seguimos en twitter o de acuerdo a la reputación on line que han dado otros usuarios. Seguimos confiando más en los “pares” que en lo que nos “venda” una empresa.

Entonces… un cálculo matemático muy simple nos demuestra que si tenemos 10 clientes y cada cliente nos recomienda a 3 amigos…llegamos a una cierta cantidad de gente (hagan la cuenta!). Si lo pensamos ahora en función a la cantidad de contactos que tiene UN amigo nuestro en facebook el número crece mucho, verdad?

Si sumamos a “buscar en la compu” el fenómeno de internet en los celulares, estar “al alcance de la mano” jamás fue tan literal como en estos tiempos!

Por eso, entre otras cosas, HAY QUE ESTAR ON LINE. Hoy no sólo los jóvenes buscan en internet respuesta a sus necesidades, sus padres también, y sus hermanos menores, claro que si!