Es la flamante Directora Ejecutiva de la Fundación Avon para la Mujer. Estudió Licenciatura en Trabajo Social con la idea de cambiar las realidades injustas. Desde el inicio de su actividad profesional, Ana Inés Álvarez se fue nutriendo de otras disciplinas siempre con el desafío de lograr cambiar las desigualdades sociales.
A la hora de decidir qué carrera estudiar, Ana Inés Álvarez no dudó ni un segundo y se inclinó por Trabajo Social. “Fue de las cosas que más claras tuve en la vida. Me enojaban profundamente las inequidades sociales, quería hacer algo para cambiar esa realidad. Y la verdad, la carrera fue el puntapié inicial de lo que hoy creo que soy”, afirma Ana Inés.
Es Licenciada en Trabajo Social, pero su carrera profesional se fue nutriendo y aprendiendo de las otras disciplinas y personas con las que tuvo oportunidad de trabajar. “Encontré en ese camino que lo que más me gustaba era trabajar en equipos interdisciplinarios que tuvieran por delante el gran desafío de cambiar las realidades más desiguales: con compromiso, creatividad y respeto”, agrega.
Con respecto a su llegada a Fundación Avon, que tiene como misión defender los derechos de las mujeres, cuidar su salud, su integridad física, social y emocional, nos cuenta : “Venía de un largo tiempo trabajando en el sector Público, fue todo un cambio que decidí y abracé con mucho compromiso. ¿Qué me apasiona? Lo mismo que cuando alguna vez elegí estudiar Trabajo Social: en Fundación Avon las causas que abordamos no nos dan lo mismo, las abrazamos y buscamos cambiarlas porque son parte de esas grandes inequidades que hay que cambiar”.
Crédito foto: Facebook Fundación Avon
La violencia de género es una de las principales preocupaciones de la organización, por ser una de las violaciones a los derechos humanos más frecuente y generalizada en el mundo. Ana Inés nos comenta al respecto: “Si pensamos en la Argentina… según datos 2019, una mujer muere cada 29 hs… La violencia hacia las mujeres requiere de acciones urgentes y sostenidas, tanto del Estado, que tiene responsabilidades indelegables, como de la sociedad toda. Creemos firmemente en la necesidad de apalancar los cambios culturales, cambios que trabajen y construyan escenarios de igualdad, libres de violencia hacia las mujeres, niñas y todas las identidades feminizadas”.
Ana Inés recuerda un momento destacado de su trayectoria profesional:
“Tengo uno muy presente del año pasado. Era un día feriado… con todo equipo habíamos ido al Penal de San Martín, a las unidades 46 y 47 con ocasión de la semana de la salud, donde por primera vez el Móvil Mamógrafo llegaba al Servicio Penitenciario invitadas por el Equipo de Justicia Restaurativa (@justiciarestaurativaar). No voy a olvidar muchas cosas de ese día. Compartimos con distintos grupos de mujeres talleres referidos al derecho a la salud y a una vida sin violencia. Al terminar uno de ellos, luego de una dinámica final… les pregunté ¿Cómo se habían sentido? ¿Qué se llevaban? Una de ellas me abrazó y me dijo al oído… “Estas horas me hiciste olvidar dónde estaba y me hiciste empezar a pensar en mí“.